20/6/22

¡AFGANISTÁN YA VALIOMADRISTÁN!

Espero que hayan apreciado este amable recordatorio sobre el sufrimiento que sigue causando el asqueroso régimen Talibán. 


Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú


Nadie podría negar que como especie tenemos una severa crisis de atención. En los últimos años hemos sido testigos de numerosos eventos y crisis que monopolizaron nuestra atención sólo para ser descartados y olvidados en cuestión de días o incluso horas. 

C'est la vie. Esta es la naturaleza humana y también la naturaleza misma de las noticias: nos gusta lo nuevo y brilloso, nos gusta la novedad; y lo que hoy es emocionante, mañana es aburrido. ¡Nadie quiere leer el periódico de hace una semana!

Y así hemos pasado los últimos años cambiando de profesiones. Primero fuimos todos epidemiólogos; luego inmunólogos y expertos en vacunas; luego ingenieros expertos en infraestructura del metro; expertos en estrategia militar; expertos en aeropuertos y espacios aéreos; expertos en control de armas; y últimamente, expertos en relaciones maritales con los casos de Johnny Depp y Shakira.

Aún así, creo que esta actitud puede llegar a un extremo cuando está de por medio el sufrimiento de millones de personas. Un caso particular de esto es Afganistán.

Porque incluso desde antes de que Vladimir Putin decidiera invadir Ucrania hace ya más de 100 días (otro evento que rápidamente se esfuma de nuestra atención), el enfoque del público ya se había olvidado del martirio que nuevamente viven los afganos bajo un régimen teocrático y fundamentalista. Claro, todos se rasgaron las vestiduras cuando el Talibán retomó Kabul en agosto del 2021, pero en un santiamén se olvidaron de todo y… ¡a otra cosa, mariposa!

Así que en un intento de reavivar su atención por el tema, pongamos nuestros ojos de nuevo en Afganistán. ¿Cómo van las cosas por allá? Pues en pocas palabras: ¡De la chingada! Veamos…


Crisis económica: El regreso del Talibán significó un colapso absoluto de la economía afgana, la cual dependía en su totalidad del apoyo exterior. Ahora, millones de afganos están desempleados y gran parte de los trabajadores del sector público no han recibido su salario en meses. Por su parte, los gringos decidieron secuestrar las reservas internacionales de Afganistán valuadas en 7,000 millones de dólares, lo que ha contribuido a la implosión del sistema bancario.

Hambruna: De acuerdo Naciones Unidas, casi la mitad de la población (cerca de 20 millones de personas) se encuentra hoy mismo en peligro de sufrir hambruna. De esta población, casi 10 millones son niños y menores de edad. Si esto no los encabrona, nótese que la UNICEF ha reportado que esta situación ha llevado a decenas de miles de familias a vender a sus hijas como esposas o a rentar a sus hijos como trabajadores en condiciones esclavizantes. 

Derechos de mujeres: Como estaba previsto, el Talibán mintió cuando prometió reformas en su política hacia las mujeres. En los meses que lleva en el poder, ha prohibido a las mujeres estudiar más allá del sexto grado; ha vuelto a imponer la burka que cubre por completo el cuerpo de las mujeres; y ha prohibido que las mujeres salgan a la calle sin acompañantes hombres.

¿Ya se escandalizaron nuevamente? ¡Espero que sí! Lo peor aquí es que la situación de Afganistán difícilmente mejorará en el corto plazo. La administración de Joe Biden ha decidido entregar la mitad de las reservas económicas congeladas a las familias afectadas por los ataques del 11-S 2001. Por su parte, el gobierno Talibán sigue sin ser reconocido por la mayoría de los países del mundo, coartando su capacidad para negociar ayuda humanitaria o establecer nuevos tratados comerciales.

Espero que hayan apreciado este amable recordatorio sobre el sufrimiento que sigue causando el asqueroso régimen Talibán. Y claro, entiendo que el mundo sigue girando y la coyuntura evoluciona diariamente. Pero recuerden que un evento no deja de existir simplemente por no estar en los titulares de las noticias.

Dicho lo cual, una cosa es segura: Por ahora, ¡Afganistán ya valiomadristán!