29/10/16

LA DIPLOMÁTICA - VENEZUELA ANTE EL ABISMO

LA DIPLOMÁTICA - VENEZUELA ANTE EL ABISMO

Fecha de transmisión original: 28/10/2016
La Diplomática - Sección del noticiero "Primera Línea" con Vaitiare Mateos. 
(12:00 PM por AzNoticias; TV Azteca)




16/10/16

IN GOD WE TRUST

Dios parece estar muerto o por lo menos desaparecido de un escenario donde solía ser un rockstar: la campaña presidencial de los Estados Unidos.


Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú

Seguro que todos conocen la frase de Nietzsche sobre la muerte de Dios. En una de sus obras icónicas, un hombre enloquecido enfrenta a un grupo de personas y sentencia: "Dios está muerto (…) Y nosotros lo hemos matado”.

Interpretaciones varían sobre el significado de esta frase y quizá para muchos -todavía creyentes en un ser superior- todo lo que diga Mr. Nietzsche les sea irrelevante.

Sin embargo, hoy esta frase resulta clave para entender una anomalía: Dios parece estar muerto o por lo menos desaparecido de un escenario donde solía ser un rockstar: la campaña presidencial de los Estados Unidos.

De hecho, su ausencia se siente todavía más pesada sobre el Partido Republicano, por décadas el portavoz de la Derecha Cristiana.

Noah Silvas blog

Esta mezcla entre política y religión no es reciente. Basta recordar que en 1920 fueron los grupos conservadores los que promovieron la prohibición del alcohol. Para 1960 -consecuencia de la liberación sexual- la religión y la moral se colocaron en primer plano de la vida política norteamericana. Más aún en los 70s, cuando la cuestión del aborto (legal tras Roe vs. Wade en 1973) se volvió prioridad para los cristianos. En la era de Reagan, el cristianismo y los Republicanos ya dormían en la misma cama.

Esta estrategia continuó sirviendo en los 90s cuando Bill Clinton estuvo cerca de ser destituido por su dudosa moral. Siguió en el siglo XXI con la creencia de Bush Jr. sobre su “misión divina”, declarando que Dios le había ordenado invadir Irak y Afganistán para llevar la paz al Medio Oriente.

En este tiempo los Republicanos aprendieron que al atizar las pasiones conservadoras podían ganar prácticamente cualquier elección, pues la demografía WASP (White Anglo-Saxon Protestant) les daba una tremenda cantidad de votos.

Hoy la cosa es distinta: Dios parece haber tomado vacaciones o sencillamente aplicó para una jubilación temprana de la política. Porque tanto Clinton como Trump han ignorado magistralmente a lo sacro durante la campaña.

De Clinton se sabe que no le gusta discutir su fe en público. Pero resulta llanamente increíble el apoyo que los cristianos han dado al magnate neoyorquino. Porque Trump no sólo ha mentido, engañado y presumido que no suele pedir perdón a Dios. También promovió por un tiempo el aborto, no cumple con el ideal de “la familia tradicional” y contradice la principal enseñanza sobre sexualidad que tanto pregonan los conservadores (sexo monógamo dentro del matrimonio). Bien menciona el periodista Collin Hansen que si algo define a Trump es su devoción a “la impía trinidad del dinero, el sexo y el poder”.

¿Cómo explicar esto? La respuesta nos llevaría por múltiples senderos de la sociología y la antropología, algo imposible de recorrer en una columna tan breve.

Aún así, yo quiero ofrecer una respuesta: que Dios ha sido derrotado por el capitalismo. Porque el estrés económico que resienten millones de norteamericanos los hace voltear hacia un nuevo Mesías que hará de nuevo grande a su país. Visto de otra manera, el poder del dinero ha sustituido a la fe; y el evangelio de un millonario misógino se volvió más atractivo que el de un judío empobrecido que habla de misericordia.

Así, creo que por fin entendemos de qué va la frase “In God We Trust” en el dinero gringo. Se refiere al único Dios verdadero de los yankees: el billete verde.

Una versión de este texto se publicó originalmente en Vértigo

14/10/16

La Diplomática - Donald Trump y la Guerra de los Sexos en Estados Unidos

LA DIPLOMÁTICA - DONALD TRUMP Y LA GUERRA DE LOS SEXOS EN ESTADOS UNIDOS


Fecha de transmisión original: 14/10/2016

La Diplomática - Sección del noticiero "Primera Línea" con Vaitiare Mateos. 

(12:00 PM por AzNoticias; TV Azteca)


9/10/16

ESTE TÍTULO ES FALSO

El electorado estadounidense parece haber llegado a un grado de cinismo sin parangón en la historia, claudicando por completo a cualquier responsabilidad democrática o a cualquier interés de conocer la Verdad de los hechos; de conocer los datos veraces que sustentan al mundo y a la realidad. 


Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú

El legendario comediante George Carlin sentenció hace veinte años que él jamás se quejaba de los políticos, ya que finalmente todos se quejaban de ellos y todos decían lo mismo: que los políticos apestan y no son de fiar.

Sin embargo, como acto siguiente Carlin volteaba su lupa para enfrentar a la audiencia, argumentando que en vez de criticar a los políticos haríamos mejor criticando al electorado: “si tienes un público egoísta e ignorante, tendrás entonces una clase política egoísta e ignorante”.

Menciono todo esto porque el veredicto de Carlin parece cada día más relevante; más aún cuando estamos en medio de una crisis política que desgasta y erosiona a los sistemas democráticos en todo el mundo y que nos podría llevar al oscurantismo después de un siglo de liberalismo en Occidente.

Ejemplos como el Brexit y el auge de Donald Trump vuelven urgente la necesidad de contar con un electorado a la altura de las circunstancias presentes. Un electorado que esté informado y dispuesto a tomar decisiones inteligentes y acertadas.

Se vale soñar, amigos, pues nada podría estar más lejos de la realidad.

Al analizar nuestra coyuntura presente es evidente que nuestro problema democrático es más profundo de lo que aparenta; y va mucho más allá de políticos deshonestos o electores indiferentes. El problema, de hecho, es más cercano a una crisis epistemológica: en la arena política, la Verdad es cada día más irrelevante.



La campaña presidencial de Estados Unidos es ejemplo perfecto de esto. Una calamidad absoluta para cualquier amante de los hechos o la verdad que terminó coronada con el debate entre Hillary Clinton y Donald Trump de la semana pasada. Un encuentro a todas luces surrealista, donde una mujer sumamente preparada se enfrentó a un orangután ignorante, mentiroso y farsante.

De acuerdo con Politifact, el 85% de todas las declaraciones que Donald Trump ha hecho durante la campaña (incluyendo el debate) han sido completamente falsas (18%), falsas (35%), mayoritariamente falsas (17%) o medias verdades (14%). Solamente el 15% de ellas han sido verdaderas (4%) o  casi verdaderas (11%).

¿Habían visto ustedes algo semejante en sus vidas?

Lo peor de todo –según analistas- es que probablemente la mitomanía de Trump no tenga ningún tipo de impacto con sus seguidores. Finalmente, el magnate ya ganó la primaria del Partido Republicano y está prácticamente empatado con la señora Clinton.

El problema aquí no parece ser culpa de políticos oportunistas. Todos sabemos perfectamente que los políticos son deshonestos en distintos grados. Es el típico juego del proceso democrático: los candidatos nos prometen las riquezas de Cíbola y nosotros tomamos sus promesas with a grain of salt, como dirían los Yankees.

Sin embargo, el electorado estadounidense parece haber llegado a un grado de cinismo sin parangón en la historia, claudicando por completo a cualquier responsabilidad democrática o a cualquier interés de conocer la Verdad de los hechos; de conocer los datos veraces que sustentan al mundo y a la realidad.

Se le atribuye al senador norteamericano Daniel Patrick Moynihan decir que “todo el mundo tiene derecho a una opinión pero no sus propios hechos”. Una frase que seguramente tiene sentido y lógica, aunque a estas alturas… ¡a quién carajos le importa!

Texto publicado originalmente en Vértigo

7/10/16

La Diplomática - La Batalla por Alepo y la Nueva Guerra Tibia

LA DIPLOMÁTICA - LA BATALLA POR ALEPO Y LA NUEVA GUERRA TIBIA

Fecha de transmisión original: 07/10/2016

La Diplomática - Sección del noticiero "Primera Línea" con Vaitiare Mateos. 
(12:00 PM por AzNoticias; TV Azteca)


HABLAMOS HACE UNAS SEMANAS DE LA GUERRA EN SIRIA PARA HACER ÉNFASIS EN LOS MILES DE NIÑOS QUE HAN QUEDADO ATRAPADOS EN EL CONFLICTO. PERO EN LAS ÚLTIMAS SEMANAS PARECÍA QUE EL FINAL DE LA GUERRA POR FIN PODÍA SER UNA REALIDAD. TODO LO CONTRARIO SUCEDIÓ… ¿QUÉ FUE EXACTAMENTE LO QUE PASÓ PARA QUE EL PROCESO DE PAZ SE COLAPSARA O DESTRUYERA?
Para contextualizar al auditorio, si usted no lo sabe para estos momentos, la guerra civil en Siria es actualmente la mayor catástrofe humanitaria en el mundo. Un conflicto que después de cinco años y medio ha causado más de 400,000 muertes y ha desplazado a 12 millones de personas, que viene siendo cerca del 50 por ciento de la población total.

Ahora bien, hay dos equipos en este conflicto, por el equipo de los Rusos (que apoyan incondicionalmente al presidente Bashar al-Assad) y el equipo Gringo (que apoyan a los rebeldes). Debido a la intervención de los gringos y los rusos es que la guerra ha durado tanto y ha causado tantas muertes. Ninguno de los dos quiere ceder a sus intereses: Rusia mantener a su único aliado de la región en el poder y los yankees quieren quitar a un tirano genocida de su puesto.

Sin embargo, prácticamente desde el inicio de la guerra ambos equipos han estado negociado para traer la paz. Y hace un par de semanas por fin parecía que había esperanza, pues los rusos, los sirios y los yankees pactaron un alto al fuego.

No duró ni una semana...

Lo peor de todo es que a finales de septiembre un convoy de la ONU que iba a entregar ayuda humanitaria a los miles de sirios atrapados en Aleppo -actualmente el frente más importante de la guerra- fue atacado con misiles. Esto constituye formalmente un crimen de guerra.

Los gringos acusaron inmediatamente a los rusos y los rusos se hicieron tontos y lo negaron todo. Esto llevó al Secretario de Estado, John Kerry, a romper todo tipo de negociación con los rusos sobre la paz en Siria, iniciando lo que algunos han llamado una "pequeña Guerra Fría" o una "guerra tibia".

Lo peor de todo es que si los sirios ya estaban sufriendo demasiado mientras las potencias globales negociaban, ahora que han congelado las negociaciones de paz indefinidamente, nadie sabe qué sucederá, aunque seguramente todo vaya a empeorar.