19/11/17

BIENVENIDOS A LA MÁQUINA

Mi pesimismo me dice que debemos prepararnos -no sólo para perder nuestros empleos- sino para enfrentar el cataclismo social causado por la irrupción de la Inteligencia Artificial.

Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú

El liberalismo agoniza. Y para estas alturas del juego, ya todos conocemos a los espectros que lo acechan, lo erosionan y lo consumen: la irresponsabilidad de Trump; el nativismo de Farage; la xenofobia de Le Pen; el racismo de Wilders; el militarismo de Putin...

Las causas que llevan a las sociedad a energizar a estos personajes son múltiples: sí es parte racismo, sí es parte xenofobia, sí es parte desconfianza hacia el sistema político. Pero quizá los factores económicos sean la piedra fundacional. No sólo hablamos de la paupérrima recuperación económica tras la calamitosa crisis del 2008, sino del temor que causa la globalización y la dislocación de los empleos a nivel mundial.

Pero los fantasmas que todos temen son inexistentes en su mayoría. Porque aún cuando se encaucen los miedos hacia México, China o los migrantes, en ninguno de estos lugares está la respuesta.

¿Qué es lo que sucede?


Simple y llanamente es que el capitalismo ha optado por las máquinas sobre los trabajadores. El Center for Business and Economic Research señala que entre el año 2000 y el 2010, Estados Unidos perdió cerca de 5.6 millones de empleos manufactureros. Pero el 85% de estas pérdidas son atribuibles a los cambios en la tecnología -particularmente la automatización- y no al comercio internacional, migrantes o cualquier otra excusa populista.

Con el problema detectado podría creerse –de manera incorrecta- que existen soluciones simples.
Pero la realidad es distinta, y todo indica que este problema sólo va a empeorar en el futuro. Si hasta ahora la automatización ha sido la principal causa de la desaparición de empleos -y por consiguiente de la creación de fuerzas sociales que perturban la salud de las democracias liberales- ¿Qué sucederá cuando la automatización se vuelva exponencial a causa de la inteligencia artificial?

Un informe del McKinsey Global Institute (2017) señala que tan sólo en México, más de 25 millones de empleos podrían ser sustituidos por robots en las próximas décadas, cifra que representa el 52% de los empleos totales. En Estados Unidos cerca de 60 millones de empleos (45%); en Japón 35.6 millones (55.7%), en Brasil 53.7 millones (50%), y así sucesivamente.

Las voces moderadas pedirán calma y McKinsey les daría algo de razón: la masacre de empleo sucederá en el mediano plazo, quizás para el 2035 o el 2055, indican. Los cínicos podrán decir que los empleos que se pierden no afectarán a las humanidades o las ciencias sociales; áreas del conocimiento que requieren de creatividad, imaginación y racionalidad humana.

Pero recordemos que hace dos meses la inteligencia artificial (IA) de Google Translate logró dominar el lenguaje humano en decenas de idiomas, haciendo a los traductores e intérpretes algo prácticamente obsoleto. Cuando una máquina domina el lenguaje, ya nada parece estar seguro.

Mi pesimismo me dice que debemos prepararnos -no sólo para perder nuestros empleos- sino para enfrentar el cataclismo social causado por la irrupción de la IA. Si la entrada de Uber causó protestas en múltiples ciudades... ¿Se imaginan qué pasará cuando todo el servicio de transporte prescinda de millones de conductores humanos?

Al no haber respuesta a la vista, sólo queda remitirnos a esa gran canción de Pink Floyd, aquella que lleva por título: “Welcome to the Machine”.

Publicado originalmente en Vértigo