13/10/19

CHINO, CHINO, JAPONÉS

Mientras aquí continuamos batallando con la CNTE, con escasez de medicinas, y con resolver Ayotzinapa; los chinos ya se comieron el mandado del mundo.


Texto por: Juan Pablo Delgado Cantú

Desde que tengo memoria, el imaginario colectivo en torno a los chinos ha sido uno demasiado cruel y despectivo. 

Aquí en México creemos que si un producto es “chino” significa que es de bajísima calidad. Por igual, cualquier reparación que se realice de manera improvisada es considerada un arreglo “chinote”. Y cómo olvidar el adoctrinamiento que recibimos como buenos niños (los de mi generación, por lo menos) que nos daba igual diferenciar a los chinos de otras culturas asiáticas, factor ridiculizado en la cancioncilla: “chino, chino, japonés, come caca y no me des”. 

¡Oh sí! ¡Los viejos tiempos de la insensibilidad cultural! Pero ahorita que terminen de carcajearse harían bien en recordar el clásico que dice: “Quién ríe al último, ríe mejor”.

Porque igual y les pasó de noche, pero el 01 de octubre la República Popular de China (RPC) celebró 70 años de existencia; superando así oficialmente a la Unión Soviética que implosionó con más pena que gloria allá en 1991, a sus 69 años.

La celebración fue una bacanal, y el presidente Xi Jinping -con justa razón- decidió tirar la casa por la ventana: hizo un enorme desfile militar, presumió sus misiles y armamentos ultramodernos, nos habló de la solidez política de su régimen comunista y de cómo son bien fregones en términos económicos. Pa’ pronto, fue una saturnalia desenfrenada de patriotismo y nacionalismo desbocado. 

¿Y por qué no? Si basta con echar un vistazo a los chinos para ver que tienen todo para salir a presumir. Porque mientras era fácil burlarse de ellos hace 50 años; hoy la RPC puede mirar al horizonte con arrogancia, soberbia y condescendencia, incluso a países como México, que a inicios de 1990 teníamos un PIB similar al de China. 

Hoy las cosas son muy distintas...


Pasando de largo la época de Mao (1949-1976) donde millones de personas murieron de hambre con su genialidad llamada “Gran Salto Adelante”, el progreso de China a partir de la década de 1980 ha sido simplemente extraordinario.

En 1978, al 90% de la población de China vivía en pobreza extrema. En las siguientes tres décadas, lograron sacar a más de 700 millones de personas de esta situación, y se espera que para el 2020 puedan haber eliminado la pobreza extrema al 100%. ¡Ni hablar! A 108 años de nuestra Revolución, aquí en México ya vamos en la 4T y seguimos con la misma bronca.

En cuestiones de producción mejor ni entrar, ya que las cifras son realmente exorbitantes. Basta decirles que en 2018, China produjo el 90% de los teléfonos celulares en el mundo, el 90% de las computadoras y el 70% de las televisores en color. También son líderes en la producción de barcos, aires acondicionados, zapatos y paneles solares. 

En cuanto al consumo de materias primas, ahí les va un datito: tan sólo entre 2011 y 2013, China consumió 6.6 gigatoneladas de concreto... ¡Más de lo que Estados Unidos consumió en todo el siglo XX! En 2015 consumieron el 54% del aluminio global, el 48% del cobre, el 45% de acero, y así una lista enorme.

Hoy los chinos pueden presumir que son la segunda potencia económica a nivel mundial; la fábrica del mundo y la segunda potencia militar.

¿Y entonces? Pues eso. Que mientras aquí continuamos batallando con la CNTE, con escasez de medicinas, y con resolver Ayotzinapa; los chinos ya se comieron el mandado del mundo.

Así que en vez de nos preocupamos por el demente de Trump, deberíamos ocuparnos por hablar bien mandarín y aprendernos una canción que ahora es muy famosa en China: “Mexa, mexa, surinamés, come frijoles y no me des”.

¡Qué pesados!

Publicado originalmente en Vértigo